Cambio Organizacional

¿Qué tan organizados somos? Algunas personas tienen la facilidad de organizar con gran facilidad su vida. Giran en torno a una disciplina, natural o aprendida, y no son capaces de realizar procesos sin una su respectiva preparación. Otros, en cambio, sufren (sufrimos) preparando cualquier proceso, por fácil que parezca, y dejamos parte del alma para organizar la más mínima acción.

Sin embargo, el grado de dificultad o facilidad que supone organizar una acción, trae el mismo resultado positivo para quien lo realiza. La satisfacción, lógicamente, será mayor para quien tiene mayores dificultades, y menor para quien toma la organización como un simple hecho diario de rutina.

Ahora bien, en las empresas, la organización no debe ser una opción de facilidad o dificultad. Es y debe ser un acto de responsabilidad empresarial. La funcionalidad lógica no es suficiente para que las empresas se vuelvan competitivas, la suerte no es una posibilidad confiable, la gran inversión no es el único nicho del cual deben prenderse las compañías. La organización es la base de su función, y el establecimiento de normas, reglas y líneas fijas y claras es el origen del triunfo de cualquier agrupación.